Tipos de crowdfunding, la guía definitiva para saber cuándo usar cada uno de ellos 

No es un secreto, el crowdfunding ha cambiado la forma de invertir debido a las facilidades que ofrece. Sin embargo, nada está garantizado, la clave del éxito radica en elegir la modalidad correcta. 

A diferencia de lo que muchos piensan, la decisión final no depende del sector, así como tampoco de la cantidad que se pretende recaudar, todo empieza con la elección de una plataforma digital de financiamiento participativo certificada y analizar lo que ofrecen cada tipología. 

¿Cuántos tipos de crowdfunding existen?

No importa si se trata de un emprendimiento o un proyecto creativo, en general, la mayor parte de los inversionistas y plataformas que ofrecen este método hablan de 3 tipologías relevantes: 

• Crowdfunding de recompensa: corresponde a la modalidad donde la contribución otorgada regresa al inverso bajo forma de un producto o servicio. 
• Crowdfunding de inversión: en este caso, la retribución se ofrece en forma de capital. 
• Crowdfunding de préstamo: funciona de manera similar a los créditos tradicionales, esto implica que el dinero invertido retorna acompañado de los respectivos intereses.

Estas modalidades tienen algo en común, todas pueden ser aplicadas en diferentes escenarios financieros, sobre todo, cuando se trata de conseguir financiamiento para las startups, desde emprender campañas de recompensa o de inversión en el sector cervecero, hasta hacer crowdfunding de préstamos en el mercado inmobiliario.  

La fase del proyecto facilita la elección 

Está claro que existe la posibilidad de encontrar campañas de igual recaudación en cada uno de los tipos, así como de utilizar las diferentes modalidades en un mismo proyecto. Frente a este panorama conviene analizar las opciones que mejor se ajustan a cada fase del proyecto.

Fase inicial

Los especialistas coinciden en que durante los primeros pasos de cualquier proyecto toca sembrar. Es ahí donde aparece el concepto de Mínimo Producto Viable (MPV). Debemos olvidarnos de recoger, e invertir nuestro tiempo y dinero en la creación de un producto o servicio atractivo para la audiencia objetiva. 

En este sentido, lo ideal es descartar una campaña de crowdfunding y emprender usando recursos propios, especialmente, cuando la idea de negocio requiere el desarrollo de un prototipo. 

Fase temprana

En esta etapa ya estamos listos para conseguir financiamiento a través del crowdfunding de recompensa. La razón de ello es simple, en la fase temprana la tarea es dar a conocer el MPV y comenzar a generar ventas. 

De esta forma, la campaña de recaudación tiene que estar acompañada de una buena estrategia de marketing online. El propósito no es generar seguidores interesados en brindar apoyo real y la manera más sencilla de lograrlo es mediante la venta anticipada que propone la modalidad, ya que permite validar el producto.   

Fase de crecimiento

Una vez que el proyecto se vuelve sostenible, no solo crece en tamaño, sino que requiere mayor cantidad de recursos. En esta fase lo más sensato es darle cabida a los inversores, a fin de cuentas, ya tenemos un producto o servicio completamente validado.  

Asimismo, durante la etapa de crecimiento suele ser la disponibilidad de una web con tráfico orgánico de calidad, así como un plan de negocio sólido, dos aspectos fundamentales a la hora de captar personas interesadas mediante una plataforma de crowdfunding de inversión. 

Fase de expansión 

Llegamos al punto donde el proyecto ha alcanzado cotas mayores de público o éxito, y con ella la viabilidad de solicitar un préstamo a través del crowdfunding. No importa si se trata de diversificar, ampliar el rango de operaciones o lanzar un producto estrella, estar facturando elimina los riesgos de incurrir en deudas. 

La inyección de capital mediante esta modalidad tiene la ventaja de recibir dinero inmediato, a cambio de pagar alguna clase de interés. Si bien, a simple vista, esto puede parecer un crédito convencional, no podemos olvidar que existe la posibilidad de trabajar la coproducción de resultados, es decir, que los inversores se involucren en la expansión del proyecto. 

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